miércoles, 19 de agosto de 2015

ITALIA en semana santa.

Viajar es siempre reencontrarse con uno mismo, olvidarse por unos días de lo cotidiano, de la rutina laboral , lo que se convierte también en un reto. Hay que planificar y aprovechar bien cada movimiento al máximo, sobre todo, cuando es un viaje lejano, que no haces muy seguido. Italia, nuestro destino. Veinte y cinco años atrás la conocí, más de una docena de ciudades, una gira estudiantil de muchos protocolos y compromisos. Esta vez el viaje fue por cuenta propia, con mi esposa, mis suegros y planificado seis meses antes (un buen consejo). El destino lejano con escalas aéreas siempre es más cansado (ojalá poder viajar directo) y con el riesgo de que tu equipaje no llegue con vos, lo que efectivamente nos pasó, sin haber preparado una maleta de mano con ropa de emergencia (otro buen consejo). Es bueno llevar euros desde el origen, las comisiones del cambio de moneda en Italia son altas y el uso de tarjeta no es una ventaja, por la conversión bancaria. 

ROMA.

Caminar por Roma es espectacular. Para ello hay que vestir cómodo, buenos zapatos,  hidratarse, un buen mapa de la ciudad o una aplicación práctica en el celular que te ayude a agrupar sitios de interés, familiarizarse con el metro (comprar boleto múltiple) y almorzar ligero son parte de mis consejos. Tuvimos la dicha de ser invitados especiales en la misa de domingo de ramos en la Plaza San Pedro y una audiencia pública tres días después con el Papa Francisco, hecho muy emotivo por el hecho de saludarle personalmente. Museo vaticano, Coliseo, Foro Romano, El panteon,Las Piazzas Navona, del Pueblo, España, Venecia, Fuente de Trevi, las Catedrales de San Pablo, San Juan de Letrán, Santa María Mayor, paseo en bus descapotable, fueron parte de la agenda en nuestros cinco días donde disfrutamos de muy buenas pastas y pizzas. Alquilar apartamento cercano a ciudad vaticano y con una estación de metro a menos de doscientos metros, fue otro de los aciertos.



FLORENCIA.

Llegamos en tren a esta mágica ciudad, un hotel cómodo cercano a la estación y mercado central, donde siempre es recomendable darse su vueltecita por la variedad de productos de cuero. Una vida nocturna que atrae seguir descubriendola caminando. Impresionante la catedral S.María del Fiore, la cúpula de la catedral, el campanario de Giotto, el Ponte Vecchio con sus tres arcos, Piazza Della Signoria. No dejar de visitar el David de Michelangelo, aunque sea su réplica exterior. Invertir en el minibus, recibir un poco de sol, observar y escuchar tanta historia es una buena opción, para terminar el día con un buen bisteck Fiorentino, un gelato de frutas y un delicioso limoncello.

VENECIA.

Hospedarse frente al gran canal, dar un paseo en gondola y descubrir Venecia a través de sus calles estrechas es maravilloso, aunque el frío nos afectó varias caminatas, por lo que aconsejo estar pendientes del tiempo y prepararse para el mismo. Piazza San Marco y la Isla de Murano fueron de mis visitas predilectas, por lo que te aconsejo no regresar sin una máscara veneciana, un souvenir de Murano y sin haber utilizado el transporte acuático colectivo muy bien organizado. 

SIENA Y SAN GIMIGNANO

La plaza del campo en Siena impresiona no solo por su arquitectura sino tambien cuando está abarrotada de turistas, su Catedral de arquitectura Gótica es un punto de referencia. Que no te asusten los autos transitando en aquellas estrechas calles. A pocos minutos de Siena no puedes dejar de conocer San Gimignano, un pequeño pueblo amurallado de origen medieval en las colinas de la Toscana, donde el vino y un exquisito bocadillo de quesos y cortes de jamón serán un complemento perfecto de un recorrido inolvidable.